¿Te estás quedando sin energía demasiado rápido? Prueba uno (o todos) de estos trucos para aumentarla y sacar más provecho de tu día.
La energía, no el tiempo, es la base de la productividad. Tener todas las horas del día no te ayudará si estás agotado la mayor parte.
Tus hábitos definen tus niveles de energía. Si tienes buenos hábitos, te sentirás lleno de energía y serás más resistente al agotamiento, tanto física como mentalmente. Si tus hábitos están desalineados, puedes entrar en un ciclo en el que te sientes peor y peor, hasta que sea una lucha para seguir el ritmo.
Aquí hay nueve hábitos en los que puedes trabajar este año para aumentar tus niveles de energía.
Hábito # 1: Dormir Temprano
Dormir es la base de tu energía. Si no duermes lo suficiente, comenzarás a tener un rendimiento inferior.
Si bien algunas personas afirman que funcionan mejor con seis o menos horas de sueño, las investigaciones dicen que se están engañando a sí mismas. Siete u ocho horas son bastante obligatorias si vas a mantenerte cognitivamente listo a largo plazo.
Para algunas personas, la falta de sueño puede haberlos disminuido mentalmente, lo que significa que se sienten un poco cansados todo el día, pero no creen que estén empeorando. Un experimento interesante mostró que la falta de sueño causaba continuos descensos en el rendimiento mental, a pesar de que los sujetos sentían que se mantenían estables.
Prueba esto: Anda a la cama a las 10 pm todas las noches, incluidos los fines de semana, durante los próximos treinta días.
Hábito # 2: Ejercicio todos los Días
El ejercicio es una inversión a largo plazo en tus niveles de energía. Es fácil de cortar a corto plazo, pero con el tiempo reducirá tu estado físico general, lo que hará que sea más difícil pensar con claridad y mantenerse alerta durante todo el día.
Si te cuesta encontrar tiempo para hacer ejercicio, no hagas que ir al gimnasio sea tu requisito previo. Acostúmbrate a hacer planchas o burpees todos los días durante todo el día. Esto hará que tu corazón bombee y se mueva la sangre, y no requieras separar dos horas de tu apretada agenda.
Puedes agregar clases de gimnasia o fitness, pero esta inversión básica en ejercicio te mantendrá alerta cuando no puedas ir al gimnasio.
Prueba esto: Haz al menos 10 burpees todos los días desde tu casa.
Hábito # 3: Siestas de Veinte Minutos
La siesta puede parecer flojera, pero hay investigaciones que demuestran que tiene una variedad de beneficios cognitivos. Esto es particularmente cierto si está aprendiendo mucho, ya que el breve período de sueño puede ayudar con la memoria.
Una siesta corta puede volverte a encender para el trabajo en la tarde, cuando normalmente estarías exhausto. Incluso si trabajas en una oficina que no fomenta la siesta, puedes usar una porción de tu almuerzo para descansar rápidamente.
La clave es aprender a tomar siestas cortas. Muchas personas toman siestas que son demasiado largas, lo que las empuja a fases más profundas del sueño, lo que hace que se sientan aún más aturdidas cuando se despiertan (aunque los beneficios de incluso estas siestas a menudo ocurren después de que desaparece la somnolencia inicial). La clave es despertarse inmediatamente con tu alarma. Si comienzas a agregar más tiempo, una siesta rápida puede convertirse en un sueño prolongado.
Prueba esto: Toma una siesta de 20 minutos después de almorzar para recuperar energía para la tarde.
Hábito # 4: Haz tu trabajo duro por la mañana
Procura realizar tu trabajo más importante en las primeras cuatro horas de la jornada laboral, comenzando lo antes posible.
Los beneficios para tu energía aquí son principalmente psicológicos. Mis niveles de energía dependen mucho de mi estado de ánimo. Si has realizado un trabajo importante, tu estado de ánimo suele ser bueno y te sientes productivo. Si has perdido tiempo en correos electrónicos, reuniones, llamadas o no has podido producir algo valioso, a menudo te sientes frustrado y exhausto al entrar en la segunda mitad del día.
La otra razón para este enfoque es que el trabajo profundo no siempre es sostenible para la jornada laboral completa. Es mejor concentrarlo en un período específico que insertarlo al azar a lo largo de períodos de tiempo.
Prueba esto: Haz de las primeras cuatro horas de tu mañana una zona de trabajo tranquila y profunda.
Hábito # 5: Establece tus intenciones el día anterior
La energía es a menudo sobre el impulso. Comienza a trabajar duro y superarás la dilación y continuarás durante todo el día. Comience lentamente y puede terminar luchando contra tus propios impulsos, desperdiciando la energía en cosas que no son productivas.
Una forma de evitar esto es establecer una intención muy clara de cómo irá tu día, particularmente al principio, la noche anterior. Visualizar esta intención y anotarla en tu agenda puede hacer que suceda más automáticamente cuando te despiertes.
Prueba esto: antes de acostarte, escribe tu plan para el día siguiente y visualízalo.
Hábito # 6: Véndete a ti mismo tus objetivos
Muchas personas sostienen simultáneamente dos creencias contradictorias: que otras personas (marketeras) son realmente buenas para persuadirlas de hacer todo tipo de cosas que de otra manera no harían, pero que ellos mismos no tienen la capacidad de cambiar su propia motivación para hacer las cosas que ellos deben hacer.
La verdad es que debes convertirte en el vendedor de tus propios objetivos. No para otras personas, sino para ti.
Parte de eso comienza con el empaquetado: la forma en que enmarcas tus objetivos y proyectos puede tener un gran efecto en tu motivación. ¿Es esto algo que tienes que hacer? ¿O un desafío emocionante?
Luego viene el refrescarte y recordarte tus inspiraciones. ¿Por qué empezaste en este camino? ¿Qué esperabas lograr? Los buenos especialistas en marketing saben enfocar al cliente en visualizar lo que quieren para impulsar las ventas. Puedes concentrarte en lo que quieres tener la energía para hacerlo.
Prueba esto: reserva diez minutos cada día para pensar en lo que las acciones de hoy te ayudan a desarrollar.
Hábito # 7: Consigue mejores amigos
Es posible que no pueda elegir a tus padres, colegas o tu jefe. Pero sí tienes cierto control sobre los amigos en tu vida.
Sabes que algunos amigos con quienes tienes una conversación te dejan emocionado y lleno de energía. Otros los dejas sintiéndote incluso peor que antes.
No necesitas excluir a los amigos que están pasando por momentos difíciles temporalmente, pero debes considerar con quién pasas tu tiempo cuando hay personas que constantemente crean intercambios emocionales unilaterales como la base de sus relaciones. Todos necesitan un hombro para llorar a veces, pero algunas personas esperan que seas su hombro permanente.
Prueba esto: Establece un límite de tiempo para los amigos que te dejan sintiéndote agotado.
Hábito # 8: Leer Mejores Libros
Uno de los grandes beneficios de leer libros no es simplemente darte ideas e información. Más bien es para reforzar una mentalidad que a menudo ocurre en un nivel subconsciente. Los mejores libros no son aquellos que te enseñan hechos, sino aquellos que cambian sutilmente tus patrones de pensamiento.
Los audiolibros pueden ser muy útiles para esto, ya que puedes escucharlos y volver a escucharlos sobre la marcha todos los días. Un buen libro para esto es aquel que, cuando lo escuchas, ajusta automáticamente tu pensamiento a las cosas en las que necesitas trabajar duro. Al igual que una buena canción puede ser el fondo de una emoción particular, un buen libro puede ser el fondo de una energía particular de pensamiento.
Prueba esto: siempre ten un audiolibro que te motive a trabajar en tus objetivos.
Hábito # 9: Alinea tu vida
El último hábito no es un proceso de una sola vez, sino un esfuerzo continuo para sacar a los diferentes elementos de tu vida del conflicto y alinearlos entre sí.
Se desperdicia mucha energía porque las diferentes partes de nuestras vidas, tanto internas como externas, están en conflicto entre sí. Ese podría ser el colega en el trabajo que no quiere que te asciendan, los amigos que se burlan de tus objetivos o incluso los miedos y suposiciones internas que te hacen dudar.
Dedica un tiempo a desenredar los diferentes conflictos en tu vida para ver cómo podrías resolverlos. A veces eso se puede hacer a corto plazo, haciendo un cambio. A veces, se requiere un plan a largo plazo para escapar del ambiente tóxico, el círculo social o el sistema de creencias que te detiene.
Prueba esto: Siéntate durante una hora y haz una lluvia de ideas sobre todas las cosas que ayudan a tus objetivos y todas las cosas que te detienen. ¿Cómo podrías resolver esas tensiones?